Los probióticos son parte de los llamados “alimentos funcionales” –cuyos componentes optimizan la salud más allá de sus aportes nutricionales, ya sea en forma natural o procesada–.
Lo anterior, porque aportan una amplia gama de beneficios al organismo, entre los que destacan:
- Fortalecimiento del sistema inmune.
- Equilibrio de la flora intestinal.
- Estímulo a la producción de vitaminas.
- Apoyo a la digestión.
- Aporte en cuadros diarreicos, de intolerancia a la lactosa, alergias y diarrea del viajero, provocada por comer alimentos contaminados.
Los productos que contienen probióticos deben mantener su actividad y viabilidad a lo largo del proceso de fabricación y almacenamiento. Por esto, para obtener todos los beneficios de estos preparados lo ideal es consumirlos en una concentración de 10 elevado a 7 bacterias vivas por centímetro cúbico, información que está contenida en las especificaciones de las etiquetas.
Funciones de los probióticos
- Desplazan a los microorganismos nocivos para la salud y evitan su proliferación.
- Colaboran en la formación de nutrientes esenciales como las vitaminas, los enzimas y los ácidos grasos.
- Estimulan la formación de ácido láctico disminuyendo el PH del tubo digestivo.
- Favorecen la absorción del calcio, hierro y magnesio.
- Reducen la diarrea por antibióticos, que alteran el equilibrio de la flora intestinal, la que es restaurada gracias a estos microorganismos.
- Permite reducir la dermatitis atópica en lactantes alérgicos.
¿De dónde se obtienen los probióticos?
Están presentes en alimentos, en complementos de alimentos y en medicamentos. En el primer caso, para consumir probióticos se recomienda consumir productos lácteos fermentados como yogurt, bebidas lácteas, leches y quesos a los que se hayan agregado cultivos vivos conocidos como bifidobacterium y lactobacillus.
“Los productos lácteos constituyen un excelente vehículo para los probióticos, ya que los protegen de los elevados niveles de ácido de nuestro estómago y de la concentración de bilis del intestino, que pueden dañar o eliminar a muchos de los que ingerimos. Es decir, aumenta la posibilidad de que las bacterias beneficiosas sobrevivan a su paso por el intestino ”, señala la doctora Agar.
Además, algunos alimentos no lácteos también tienen cultivos de beneficiosos, como es el caso del chucrut y de las bebidas de soya fermentadas.
El especialista advierte que no se recomienda la ingesta de probióticos sin supervisión del especialista a pacientes con un sistema inmune notoriamente debilitado, a personas inmunocomprometidas o con sangrado intestinal.
Beneficios
Si son consumidos en cantidades suficientes y en forma permanente, los probióticos realizan los siguientes aportes a la salud:
- Incrementan la resistencia a infecciones por organismos potencialmente patógenos en el intestino.
- Disminuyen la duración de la diarrea, por ejemplo, asociados a antibióticos ya infecciones del viajero.
- Reducen la intolerancia a la lactosa (promueven la digestión a nivel intestinal).
- Incrementan del valor nutricional (mejor digestión, incremento de la absorción de vitaminas y minerales).
- Regulan la motilidad intestinal (alivian la constipación y síndrome del intestino irritable, entre otros).
- Mantenimiento de la integridad de la mucosa intestinal.
Fuente: clinicaalemana.cl